La modificación más reciente fue anunciada la semana pasada cuando la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que se diseñará un desvío de 8 kilómetros para proteger petroglifos a lo largo del propuesto Mexico-Querétaro rail line.
Los petroglifos de El Venado están grabados en una pared de roca en el municipio de Atotonilco de Tula, 88 kilómetros al norte de la Ciudad de México, en el estado de Hidalgo.
La ruta será desviada comenzando unos 4 kilómetros antes del sitio, que tiene aproximadamente 70 metros de largo, y regresará a la línea authentic unos 4 kilómetros más allá de los petroglifos.
Sheinbaum dijo que no sólo es imposible trasladar de manera segura los artefactos a un museo, sino que el sitio también es considerado un espacio sagrado por los residentes locales. Además de los petroglifos, se han encontrado cerámicas y utensilios antiguos en la zona, que también cuenta con rutas de senderismo mantenidas por la Secretaría de Cultura y Turismo del municipio.
“Entonces, se modificará levemente la ruta”, dijo Sheinbaum, “pero no representa un gasto significativo”.
Como complemento a las actividades de adquisición de tierras del gobierno, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) están llevando a cabo investigaciones de campo exhaustivas: como lo han venido haciendo a lo largo de las rutas propuestas de todos los proyectos ferroviarios — identificar, evaluar y rescatar artefactos de importancia histórica.
Arqueólogos trabajan para preservar 200 sitios históricos mientras comienza la construcción de la línea de tren del norte de México
El INAH ha clasificado el sitio El Venado, así como los petroglifos cercanos conocidos como El Chamán y El Nahual, como sitios de importancia arqueológica. Se identificaron un complete de cuatro elementos de arte rupestre categorizados como petroglifos, junto con monumentos arqueológicos muebles e inmuebles, incluidas terrazas de piedra basáltica, relacionados con las culturas mesoamericanas del período Epiclásico (600-900 d.C.).
Hace casi una década, la construcción de la nueva planta de tratamiento de aguas residuales de la región descubrió huesos humanos y animales que datan del período Pleistoceno tardío (hace más de 10.000 años). Algunos de los fragmentos fueron identificados como huesos de mamut, camello, ciervo, bisonte, caballo, mastodonte y gliptodonte (un mamífero extinto relacionado con los armadillos modernos).
En su momento, la arqueóloga Alicia Bonfil Olivera dijo que se trataba del “hallazgo más grande y variado de restos de megafauna extinta en la Cuenca de México”.
Las autoridades dijeron la semana pasada que casi 120 kilómetros de la propuesta línea de tren Ciudad de México-Querétaro de 226 kilómetros han sido adquiridos formalmente y autorizados para su construcción, mientras que los estudios ambientales y la prospección arqueológica continúan en la vía restante.
con informes de Milenio y Infobae
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