
«A veces pensamos que la salud solo se trata de atención cuando nos enfermamos e vamos a un centro de salud u hospital», dijo la presidenta Claudia Sheinbaum al anunciar la campaña durante su conferencia de prensa diaria el martes. «(Sin embargo), la salud está relacionada con el cuidado, la prevención y particularmente las bebidas azucaradas, los refrescos».
A pesar del impuesto, implementado en 2014, el consumo de refrescos sigue siendo excesivo en México, y la campaña enfatizará la educación pública. El ministro de Salud, David Kershenobich, dijo en la conferencia que los mexicanos beben un promedio de 166 litros de refrescos por año, colocando a México entre los principales países para el consumo de bebidas azucaradas a nivel mundial.
Según Kershenobich, siete de cada 10 niños y adolescentes consumen refrescos diariamente, incluso con el desayuno. Hizo hincapié en que los altos niveles de consumo de soda están relacionados con el desarrollo de diabetes y enfermedad cardiovascular, con un solo sodio de 600 ml que contiene entre 12 y 15 cucharaditas de azúcar.
En 2024, 190,000 muertes en México fueron atribuidas a una enfermedad cardíaca y 112,000 a la diabetes.
«Uno se pregunta si tenemos una manera de tratar a estas personas porque seguimos teniendo una tasa de mortalidad tan alta», dijo Kershenobich. «Y ahí es donde entran los programas preventivos».
La prohibición de la comida chatarra entra en vigencia en las escuelas mexicanas
El Ministerio de Salud planea implementar campañas de prevención centradas en el consumo saludable y la educación en nutrición desde la primera infancia a partir de la próxima semana.
Programas como la iniciativa «Reside Wholesome, Reside Completely satisfied» del gobierno, que fue Lanzado por Sheinbaum el 25 de febrero Según Kershenobich, para reducir el consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas entre los niños, son clave para cambiar los hábitos sociales y abordar las enfermedades crónicas.
¿Aumentará el impuesto de refrescos?
El énfasis en la conferencia de prensa fue sobre la educación, no los impuestos. Pero los expertos en salud de varias instituciones recomiendan introducir mayores impuestos sobre las bebidas azucaradas para reducir su consumo.
Judith Senyacen Méndez, directora adjunta de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, dijo que la introducción de un impuesto del 20% sobre las bebidas podría reducir el consumo entre el 16% y el 19%, según la evidencia empírica.
Mientras tanto, Iván Bremeunea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal del Centro de Análisis y Investigación de la Investigación, dijo que un impuesto del 20% podría reducir los casos de obesidad en hasta 970,000, además de generar ingresos anuales de más de 104 mil millones de pesos (US $ 2.5 mil millones).
Mientras que el impuesto a los refrescos de un solo por litro de México (aproximadamente el 10%), de hecho, redujo el consumo al principio, Bremeunea dijo que el impuesto precise no es más efectivo y debe aumentarse. Dijo que incluso un aumento adicional del 6% en los precios de los refrescos podría reducir las tasas de obesidad en un 3,2%.
Con informes de Instituto Mexicano de la Radio Noticias, Meganoticias, El Common y El Economista
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