Los precios de la mantequilla, la leche y el queso están cayendo a medida que un aumento en la producción mundial de leche inunda el mercado, lo que genera advertencias sobre un período inminente de precios débiles.

«Demasiada leche para el mercado, combinada con un fuerte crecimiento de los sólidos lácteos, ha contribuido a una fuerte caída en los precios de las materias primas», dijo el jueves Emma Higgins, analista agrícola senior de Rabobank, en un informe, describiendo la producción como «impresionante».

La producción mundial se ha acelerado en los principales exportadores. Los agricultores de Nueva Zelanda establecieron nuevos récords mensuales de sólidos lácteos de mayo a septiembre, y octubre marcó el tercer pico más alto registrado, según el informe. La UE, el Reino Unido, EE.UU. y América del Sur también han experimentado un fuerte crecimiento.

Eso significa que la oferta ahora está superando la demanda, dijo el director ejecutivo de Fonterra Cooperative Group, Miles Hurrell, en un comunicado antes de la reunión anual de la cooperativa el jueves.

La mantequilla ha caído un 9% desde principios de octubre y se sitúa un 24% por debajo de su máximo de principios de este año, mientras que la leche entera en polvo y el queso han bajado cada uno alrededor de un 7% este trimestre, dijo Rabobank en su Informe trimestral mundial de productos lácteos. Es un cambio abrupto con respecto a hace unos meses, cuando los precios de la mantequilla en la mayor parte del mundo se mantenían cerca de niveles récord, lo que resultó en una mayor presión de costos sobre los alimentos favoritos de los consumidores.

A principios de año, Fonterra, el mayor exportador de lácteos del mundo, dijo que los pagos a sus proveedores agrícolas aumentaron un 30% a NZ$16,2 mil millones ($9,4 mil millones) en los 12 meses hasta julio debido a un precio récord de NZ$10,16 por kilogramo de sólidos lácteos y un dividendo de 57 centavos, que también fue un récord.

A pesar de la precise disaster, Fonterra dijo en octubre que está aumentando la producción de mantequilla en una de sus plantas de Nueva Zelanda para aprovechar lo que considera una creciente demanda mundial de alimentos más naturales.

Thomson escribe para Bloomberg.